Las baterías son un componente imprescindible en cualquier vehículo, pero una vez agotada su vida útil se convierten en un residuo peligroso que debe gestionarse correctamente, de ahí la importancia del reciclaje de baterías de coche.
Además de evitar riesgos medioambientales, el reciclaje de baterías permite recuperar metales de gran valor como el plomo, el litio o el cobalto.
Reciclaje de baterías de coche
Las baterías de los coches convencionales suelen ser de plomo-ácido. Contienen plomo, ácido sulfúrico y otros componentes que, si no se gestionan correctamente, resultan contaminantes.
Baterías de coches eléctricos
Los vehículos eléctricos y los híbridos utilizan baterías de litio, níquel, manganeso o cobalto, materiales de gran valor en la industria. Por eso, cuando estas baterías terminan su vida útil, no deben almacenarse ni desecharse sin control.
Compramos baterías usadas
Compramos baterías usadas de cualquier tipo de vehículo, ya sea de uso particular o industrial como toros o camiones. Estas baterías suelen ser más grandes y pesadas, con un mayor volumen de plomo y otros metales. También compramos baterías de SAI. Separamos los metales valiosos para su reciclaje mientras que desechamos el resto adecuadamente. Esto es una parte indispensable para los talleres de vehículos que deben cumplir la ley.
El reciclaje de baterías de coche no solo es una obligación medioambiental, también es una oportunidad económica. Cada batería que gestionamos de forma adecuada se convierte en nuevos recursos que vuelven a la industria, reduciendo la necesidad de extraer materias primas.
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